El jueves 18 de marzo, los trabajadores auto-convocados de la salud, realizaron otra marcha. Junto a gremios caminaron en defensa de la salud, la educación, la justicia, pan y trabajo. Al finalizar, y luego de los discursos, una enfermera denunció que, escondida detrás de unos arbustos, la delegada del hospital Regional, una enfermera cuyo nombre se mantiene en reserva, estaba filmando y sacando fotos a los participantes de la Marcha. Cuando esta trabajadora la increpó por lo que estaba haciendo, la delegada, muy suelta de cuerpo, le dijo que la dejara tranquila porque sino iba a hablar con Elías Suárez, el jefe de Gabinete del gobierno de Gerardo Zamora.
Esta delegada, integra el pequeño grupo de auto-convocados, que firmaron un acuerdo con el gobierno, a espaldas de las asambleas hospitalarias. Forma parte de un grupo que se ufana, ante los trabajadores, de tener línea directa con casa de Gobierno. Y es una de los que dieron su palabra al gobierno de que no se harían mas marchas ni asambleas en los Hospitales.
Un viejo médico reflexionó ante Arena Política: “Con delegados así, Zamora debe quedarse tranquilo, porque más bien corren con el caballo del comisario, que en la pobre zorra en la que va la gente”.
Consultados los auto-convocados el día de la marcha, confirmaron que existe una fractura en el movimiento, y responsabilizan de ella a dos delegados médicos que se dedican a arreglar huesos, a una mediática delegada, otrora combativa dirigente, hoy muy calladita, y a esta enfermera, delegada del Regional, devenida en torpe espía fotográfica.
También resaltan que todavía no se ha reincorporado a todos los que el gobierno dejó cesantes. Que siguen los sumarios y los descuentos no han sido devueltos, que no hubo una oferta seria de recomponer el sueldo básico, que el 23 por ciento de aumento anunciado no es tal , sino que es el 14 por ciento pagadero en dos partes , sin tener en cuenta que la canasta básica esta en 3600 pesos.
Por otra parte a los precarizados no les tocan los 99 pesos del aumento de riesgo. Sólo a un grupo de trabajadores. Y que el gobierno debería restituir al 80 por ciento del concepto de riesgo, pues se trata de un derecho adquirido.
En resumen. Los puntos del petitorio de los auto-convocado sigue sin resolverse. Quieren un diálogo serio con el gobierno, con delegados confiables, verdaderos trabajadores de la salud, comprometidos con sus compañeros. Reivindican las asambleas y marchas porque dicen que representan el ejercicio de derechos constitucionales, como libertad de expresión, de organizarse en estructuras no gremiales, de peticionar a las autoridades. Y resaltan que costó muchas vidas reconquistar estos espacios y animarse a participar de ellos, y que sería enlodar la memoria de los cientos de luchadores desaparecidos, regalar los espacios democráticos que ellos defendieron con sus vidas.
Los auto-convocados sostienen que seguirán luchando mientras existan trabajadores precarizados, sueldos de pobreza, mientras no se resuelvan los problemas de Salud de la Población Santiagueña. Y que cada jueves, a las 8 de la noche honraran el nombre de la añeja plaza. Allí esperan al pueblo.
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