Así queda un niño luego de que lo matan, legal o ilegalmente.
Ante el asesinato de un niño inocente
Los médicos de Comodoro Rivadavia, fundados en la necesidad de proteger la salud del niño y de su madre, se habían negado a ejecutar el aborto. Consecuentes con ese criterio, los Jueces de 1ª y 2ª instancia ampararon la vida inocente y rechazaron la pretensión de que se autorizara la muerte provocada de la persona por nacer. En cambio, los jueces del Superior Tribunal de la Provincia de Chubut, prescindieron de las disposiciones de la Convención sobre Derechos del Niño y de su ley reglamentaria N° 26.061, que los obligaba a adoptar las medidas que fueran necesarias para garantizar el derecho a la vida del niño, y otorgaron con su fallo una verdadera licencia para matar. Accedieron así a los requerimientos de funcionarios nacionales del INADI, de la Secretaría de Derechos Humanos dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación , del Consejo Nacional de la Mujer , y del Programa Nacional de Salud Sexual dependiente del Ministerio de Salud.
El Gobernador de Chubut adhirió públicamente al fallo y declaró que lo aplaudía porque lo consideraba “perfecto”.
La sentencia no estaba firme, esta Corporación con la mayor premura había interpuesto recurso extraordinario ante la Corte Suprema , y la Defensoría Oficial anunció por escrito que dentro del plazo legal concretaría también el mismo recurso. Empero, en forma manifiestamente ilegal, contrariando todos los principios morales, jurídicos y médicos que amparaban la vida del niño, la sentencia de muerte fue ejecutada en el Centro Materno Infantil de Trelew, dependiente de la Secretaría de Salud de la Provincia de Chubut.
**Secretaria..
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