Motos similares comprará el gobierno.
El gobernador, Gerardo Zamora, autorizó en un decreto (141/10) la compra urgente de sesenta motos de 200 centímetros cúbicos, por 648 mil pesos. Lo curioso es que, según el boletín oficial de hoy, la compra será directa por excepción -¡otra más!- es decir eludiendo los trámites ordinarios en estos casos. Las motos serán distribuidas en las Unidades Regionales de la policía y sus áreas de dependencia en toda la provincia.
La condición es que sean vehículos de fabricación nacional, pues tienen repuestos y accesorios con valores económicos considerablemente inferiores a sus similares de fabricación extranjera, más teniendo en cuenta que el mantenimiento y reparación deben realizarse en el mismo lugar donde el vehículo presta servicios, según manifestó la Jefatura de policía en un expediente que inició el 25 de febrero.
Para justificar la urgencia, el jefe del departamento Operaciones de la policía, dijo que el cumplimiento de la función primordial de prevenir el delito, necesita trasladar de manera inmediata al personal que se requiere para intervenir en diversos ilícitos, entre otras excusas más o menos pueriles.
La que destaca entre todas las justificaciones es la que pone como excusa las inundaciones, lo que provocó el aislamiento de muchos ciudadanos, por lo que al estar intransitables los caminos, el auxilio de algunas personas debió hacerse en motos particulares. Como si los santiagueños, especialmente los que viven en el campo, no supieran que es imposible transitar en moto en caminos inundados, con terrenos salitrosos y llevando una persona atrás.
Es decir que se justifica la compra de 60 motos a 10.800 pesos cada una, en una operación que en forma evidente se hace para favorecer a una firma comercial, que el decreto no nombra, ya que no se acreditó fehacientemente el fin para el que son adquiridas estas motos ni la urgencia.
Si todos los años se producen inundaciones, por qué comprarlas de urgencia justo en marzo, cuando el peligro de inundaciones está pasando se compran las motos, se preguntaron algunos experimentados policías.
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