El zamorismo-kirchnerismo tiene a la provincia trabajando en negro.
El “nuevo Santiago” no deja de sorprendernos. Oficialmente, el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo), acaba de avisarnos que la provincia de Santiago del Estero tiene el mayor porcentual de trabajo en negro de todo el país, con el 47,1 por ciento.
Es para preocuparse. Algo no funciona en la provincia donde reina el más crudo zamorismo-kirchnerismo, pese a los rimbombantes anuncios de que “estamos cambiando”. Cuando se comprueban datos como el del empleo en negro, terminamos por convencernos que nada ha cambiado y todo se parece al tan demonizado juarismo, y que por algo seguimos penúltimos en el ranking de las provincias argentinas.
El zamorismo, en verdad, es sinónimo de retroceso, porque no se puede creer que tengamos el 47,1% de trabajo en negro. Son hombres y mujeres santiagueños a los que le negamos el acceso a los beneficios de la seguridad social, de una obra social como previsión para la jubilación y la cobertura del seguro por riesgos laborales. ¡Pobres!, tampoco le estamos garantizando derechos como la indemnización por despido, las vacaciones pagas o los límites a la duración de la jornada de trabajo.
Los muchachos de la CGT Santiago deberían tomar cartas en el asunto y salir a defender esta injusticia y desigualdad, porque el trabajo en negro se relaciona con la desocupación.
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