Los pasivos no quieren que se apele un fallo.
Ha causado indignación entre los jubilados y pensionados de toda la Argentina , la decisión de la Administración Nacional de Seguridad Social de apelar en los próximos días un fallo judicial que ordenó actualizar la prestación básica universal del haber de un jubilado. Desde el organismo que conduce Diego Bossio, se justifican con una ley que los obliga a apelar las sentencias.
La sentencia de la Cámara , adoptada por mayoría, representa el primer caso de una demanda en reclamo de actualización de la prestación básica que podría llegar a la Corte Suprema de Justicia. La prestación básica universal es una parte de la jubilación: se compone de una suma fija de dinero, a la que tiene derecho todo afiliado al sistema integral de jubilaciones y pensiones y que actualmente es de 422 pesos. Desde la entrada en vigencia la ley de movilidad jubilatoria -a principios del 2009- ese monto se actualiza semestralmente, pero antes de esa norma, la prestación estuvo congelada por casi 10 años en 20 pesos, lo que originó una gran cantidad de demandas judiciales, que el estado nacional no abonó en muchos casos.
El problema es complejo ya que en el país hay alrededor de seis millones de jubilados, contra cinco millones y fracción de personas en relación de dependencia que cobran sus haberes blanqueados. La proporción entre activos con aportes y los pasivos no guarda una relación para mantener una caja que permita afrontar sin trastornos las jubilaciones del sistema. Llegado el caso de actualizarse los haberes jubilatorios, la Administración se ve obligada a apelar la medida, además, por no contar con los fondos suficientes para afrontarlos.
La falta de dinero de la caja de los jubilados, se atribuye también a la autorización a jubilarse a más de un millón de personas que no tenían aportes, a las prestaciones acordadas a familias pobres, al convenio firmado para facilitar el “Fútbol para todos”, a las asignaciones del plan “Argentina trabaja”, los viajes de barrabravas al Mundial 2010 y otros ítems que fueron ejecutados con fondos provenientes de la Administración Nacional de Seguridad Social, extraídos, según los jubilados “sin ton ni son como si fuera un barril sin fondo”.
Los pasivos tienen un haber mínimo de 895 pesos, con el descuento de la obra social les quedan 870 pesos, suma que perciben más de 5.200.000 jubilados y pensionados. Si se toma la inflación “real”, el haber alcanza para unos 10 a 12 días de supervivencia. Esos 870 pesos, por otra parte, están cada vez más cerca de convertirlos en indigentes.
A todo esto se le suma que los trabajadores activos están negociando y acordando aumentos salariales por arriba del 30 por ciento, o sea cinco veces más de lo que el Instituto de Estadísticas y Censos admite como inflación mientras los jubilados percibieron en marzo pasado un aumento por “movilidad” del 8,25 por ciento, que significó 2 pesos con 10 centavos por día, o 65 por mes.
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