Ramón Landajo
Juan Domingo Perón y “Evita”.
Desde la irrupción de Juan Domingo Perón en la escena nacional, ningún gobierno constitucional de signo no peronista pudo concluir su mandato legal. Arturo Frondizi, Arturo Illia, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa fueron desalojados del poder o se vieron forzados a anticipar su entrega. Tal vez por eso, algunos dirigentes se muestran convencidos de que sólo se puede llegar a gobernar con éxito bajo el sello del justicialismo, como si la Argentina estuviera sometida a un extraño maleficio.
Qué es el peronismo y qué significa ser peronista hoy parecería en estos tiempos una discusión casi bizantina. Sin embargo, la discusión sobre quién es más o menos peronista afloró en los últimos días, luego de que los principales referentes del peronismo no kirchnerista acordaran apoyar a un único candidato presidencial en las elecciones de 2011.
Los chisporroteos comenzaron con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Primero fue el turno de Felipe Solá, quien sostuvo que Macri no era peronista y que el peronismo no era de derecha.
Poco después, le llegó el turno a Francisco de Narváez, quien tildó a Macri de “bipolar” por ir “a veces para un lado y otras veces para otro” en su relación con el peronismo.
Las declaraciones de Solá y De Narváez no dejaron de sorprender, dado que el año pasado ambos fueron aliados con el macrismo en los comicios legislativos de la provincia de Buenos Aires en los cuales vencieron al kirchnerismo.
Tras las críticas desde el macrismo, De Narváez finalmente admitió su error y le pidió disculpas a Macri por sus declaraciones.
En el fondo, Macri y muchos de sus allegados no descartan sumarse al espacio del peronismo no kirchnerista. Pero creen que, primero, deben seguir fortaleciendo su fuerza política, PRO, con la esperanza de que en el próximo verano, cuando el peronismo disidente busque consensuar a su candidato, sea el propio Macri quien ocupe el primer lugar en las preferencias del electorado para la presidencia de la Nación y aparezca entonces como el postulante natural.
La por momentos estéril discusión sobre qué significa ser peronista encontró otro condimento en declaraciones de Eduardo Duhalde, quien puntualizó que los Kirchner encarnan “una deformación del peronismo”.
Claro que antes que hablar de candidaturas y de discutir en torno de la supuesta pureza peronista de unos y otros, sería más conveniente que los dirigentes de este sector buscaran profundizar sus coincidencias y las tradujeran en un programa de gobierno común.
De lo contrario, caerían en esa suerte de realismo mágico por el que algunos creen que los problemas del país se solucionarán exclusivamente con más o con menos peronismo.
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