Todo preparado para la “cuqueada” solidaria de Santiago.
En una página especial de la web “Faceboock”, estudiantes secundarios santiagueños, con el consenso de más de “1000 fans”, anunciaron la realización de la “cuqueada” o faltazo a los colegios el viernes venidero (14 de mayo), alegando como motivación la “recolección de alimentos perecederos” que distribuirán entre los más carenciados.
Los mensajes subidos a la página así lo dejan entrever. Pero la excusa para la no concurrencia masiva a los colegios que se promueve, no deja de aparentar tampoco ser un hecho aislado o acaso despersonalizado de los actores que ingresaron al sitio al dejar su propuesta y opinión poco clara.
Uno de los mentores dice textualmente: “¿Quién dijo que era una ‘cuqueada’ al voleo? ¡Chicos!: Santiago necesita un cambio, necesita del aporte solidario de los jóvenes. La ‘cuqueada’ tiene un objetivo: cambiamos un día de aburrimiento de clases por uno de alegría y solidaridad. Queremos el aporte de ustedes para juntar alimentos no perecederos”.
Otra expresión alegórica a la movida sostiene textualmente también: “Necesitamos de la ayuda de los medios, si los chicos están de acuerdo con hacer de este un día distinto. Pongámonos en marcha y decidamos a dónde van a ser dirigidas las donaciones.
¡Gracias!”.
Liliana aporta su opinión sincerándose (sic): “Debes poner en esta página y aclarar el día que se va a realizar. Yo opino que también debemos protestar contra las corrupciones del Estado, contra el que se hace quedar la plata de la gente, contra el que promete y no cumple”.
Hechos los planteos y la propuesta, tal cual se narra, que seguramente no ignoran ni padres ni autoridades, sería interesante que el Ministerio de Educación de la provincia, en un gesto de compañerismo, acompañamiento y consenso democrático, como lo sienten los estudiantes, disponga el día de la solidaria “cuqueada” que, oficialmente, no haya clases. O que se declare asueto para el cumplimiento del objetivo que promueven los chicos, pero estableciendo estas condiciones: que todos los alumnos de los colegios adheridos, sin excepción, aporten con un alimento perecedero. Que la distribución se concrete un día de no asistencia al colegio (sábado o domingo), y que a las 48 horas del “faltazo” consentido, los directores de cada establecimiento ordenen a los profesores, en materias a elegir, un examen escrito a los alumnos sobre la lección del día.
De esta manera, en salomónica medida, se daría satisfacción a la idea de la “cuqueada” masiva y se pedirá paralelamente rendir cuentas de la aplicación al estudio al alumnado.
Los chicos de Santiago están decididos a llevar a cabo este “operativo faltazo”, después de que más de 3.000 alumnos de la ciudad de Mendoza faltaron a clase para reunirse en una plaza de la capital provincial, como pedía una convocatoria de la red social Facebook.
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