Miles de santiagueños han comprometido su presencia esta noche en la marcha de las antorchas de los trabajadores auto-convocados de la salud. Allí estarán también el sacerdote Luis Farinello y la madre de Plaza de Mayo Nora Morales de Cortiñas, acompañando el reclamo de insumos para los hospitales de Santiago y un trato justo a los enfermos.
A las 11 de la mañana, la Central de Trabajadores Argentinos y la Federación Sindical de Trabajadores de Salud, junto a otrs agrupaciones, marcharán por la céntrica calle Florida para, frente a la Casa de Santiago, manifestar también su disconformidad por la falta de acuerdo para solucionar los graves dramas de la salud en la provincia.
Han prometido que llegarán justo a tiempo para el comienzo de la manifestación los maestros del Círculo Santiagueño de Eseñanza Media y Superior, que amenazan con no comenzar las clases el 1 de marzo y los empleados judiciales, que hoy y mañana también estarán de paro en reclamo de -¡oh!, ¡sopresa!- justicia, ya que mientras los magistrados se hicieron dar por el Poder Ejecutivo un aumento de sueldos y se aseguraron el 82 por ciento móvil de la jubilación, ellos continúan igual, o peor.
Es de esperar que a la marcha de esta noche también concurran muchos empleados de la administración pública con contratos de locación basura, en abierta violación a la ley de trabajo, que no los permite bajo ningún concepto.
Y desocupados. Que observan azorados que Santiago sigue siendo gobernada como hace 50 años sin que sus principales protagonistas hayan cambiado un ápice. Desde hace 50 años, salvo dos o tres actores principales, el resto de la comparsa sigue siendo la misma, con las mismas prácticas de clientelismo barato que se inventaron en la década del 40 o tal vez antes.
La marcha de esta noche contará con la presencia de un periodista por lo menos, de uno de los tres o cuatro grandes canales de televisión nacionales, a quienes se viene llamando desde agosto pasado, cuando comenzaron las protestas. Quizás esta presencia ayude a destrabar un conflicto que ya se ha llevado puestos a numerosos pacientes de toda la provincia, todos humildes, que no tuvieron la suerte de conseguir un empleo formal, con obra social y cayeron en los desvencijados hospitales santiagueños, a sufrir lo indecible en espera de una curación. Una espera que en muchos casos se transformó en una utopía que los llevó a la muerte.
De todas maneras, aunque el enviado porteño sea Julio Bazán, los santiagueños han prometido que seguirán marchando hasta hacer que su voz suene en toda la Argentina.
Fotos: Los santiagueños piden lo básico, una política de salud y sueldos dignos.
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