De entrada, digamos que nunca el ex intendente Julio Alegre dejó un peso en ninguna de sus casas. Por ello, los policías y los jueces que trabajan con la dirección del “instructor número 1” , que es el ministro de Justicia Ricardo Daives, le “plantaron”, le llevaron el sobre y lo pusieron en el lugar donde Julito hacía gimnasia.
Daives, que se cree muy hábil y sabiondo, dejó trascender a la prensa que se le encontraron 50 mil euros, como para que la gilada suponga que va bien encaminada la segunda causa por “enriquecimiento ilícito”. No es verdad, el sobre puesto por la policía contenía 5 mil euros.
Ahora bien, el ex juez Gustavo Herrera allanó esa propiedad siete veces y no se dio con el famoso sobre con euros. Ahora fue Juan Coria Vignolo y lo encontró todo limpito y pulcro. ¡Cómo no se avivan los policías y al menos lo manosean al papel para que pueda pasar que estaba en el lugar desde hace mucho tiempo! Resulta que toda la casa estaba “llena de tierra”, excepto el famoso sobre que daba cuenta que fue recién puesto; recién “plantado”.
Y, como todo se hace mal en esta persecución feroz a Alegre, se olvidaron, por ejemplo, de dejar asentado en “el acta de secuestro”, la numeración todas las características de cada billete, en este caso los euros. Se desconoce la cantidad de euros y sus respectivos importes.
Un zafarrancho total. Un acto nulo absoluto. Tampoco, ni Daives ni el juez ni la policía se dio cuenta de notificar a los defensores del detenido.
La idea, al parecer, es seguir “quemando” a Alegre en los medios de prensa, sin importar si se procede conforme a derecho o si se pisotean los dictados procesales.
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