Vista aérea del autódromo de Las Termas.
El gobierno de la provincia otorgó “un subsidio institucional” al autódromo de las Termas, destinado a afrontar los gastos de la competencia de Turismo Carretera, realizada entre el 7 y el 9 de mayo, pero, ¡oh!, ¡sorpresa! se olvidó de consignar qué monto de dinero le entregó, si hay obligación de devolver el dinero del subsidio y si la hubiera quién tiene que devolverlo o cómo se rendirán cuentas del dinero recibido.
Es todo un misterio.
En efecto, quienes tengan acceso al Boletín Oficial de ayer, podrán observar que el decreto 663/2010, en su primer artículo homologa una resolución (que lleva el número 747) emitida por jefatura de Gabinete el 13 de mayo, cuatro días después de la carrera, la que “de conformidad a los argumentos expuestos, cuyo texto pasa a formar parte integrante como anexo del presente decreto”. Pero, quien lea el boletín no hallará por ninguna parte el monto de ese misterioso subsidio.
El autódromo ha pasado a ser un objetivo prioritario para un gobierno que, al parecer, ignora que Santiago ya ocupa el último lugar entre las provincias que tienen el mayor número de pobres, más desocupados que ninguna otra en el norte, con infinidad de niños que concurren a la escuela famélicos, sueldos misérrimos de maestros y profesores y una administración pública con salarios devaluados hasta el límite de la pobreza extrema.
En los considerandos del decreto, sus autores no tuvieron problema en reconocer que el trámite se dio dentro de una situación administrativa “en el marco legal de excepción”, sin aclarar el por qué de la excepción, quién la determinó y en base a qué parámetros legales lo hizo.
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