Existe un “impuesto" que la mitad está a cargo del empleado y la otra mitad a cargo del empleador, para un fondo de Solidaridad Social destinado, presuntamente, para apoyar, a través del Ministerio de Salud, a gente cadenciada. Es un fondo creado durante la gestión de Carlos Juárez.
En total es el 1,5 % de la nomina salarial, donde el empleador aporta la mitad y la otra el empleado y/o obrero.
Todos los grandes gremios de Santiago, como por ejemplo Upcn, retienen ese importe a sus empleados.
Pero no lo depositan a la dirección general de Rentas, en base a un arreglo entre el gobierno de la provincia y los gremialistas amigos, sin observar que podría perpetrarse una estafa o defraudación.
Los empleadores pagan, pero algunos sindicalistas amigos estarían en deuda con Rentas.
Sobre un sueldo de 1.500 pesos hay que depositar más o menos 11 pesos por el empleado, y otros once pesos por el empleador.
Esta deuda ascendería a millones de pesos y, al parecer, se estaría pergeñando una condonación a favor de los “compañeros” gremialistas.
Claro que algún abogado avispado tendría que advertir que no son dineros que le pertenecen ni al gobierno ni a los gremios, sino que son del Fondo Solidario Social.
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