En mayo me llamas y no hay esperanza
de volver a amarnos con tanta pasión.
¿No ves que tu rosa perdió su pujanza
y hoy duerme su aroma tendida a un rincón?
En mayo no hay frase que llame a mi puerta
tu voz no me abriga con tibio calor,
ya llega el invierno, la noche desierta
no hay notas, ni risa, ni luz, ni color.
En mayo hay un algo que esconde mi esencia
y brota cual tallo forjado al jazmín
quebrando el paisaje que deja tu ausencia.
En mayo me muero y en vano, te espero
ya ves que lo nuestro también tiene fin,
adiós para siempre, no olvides... te quiero.
Mayo de 1974.
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