Rincón del parque Aguirre.
La falta de seguridad que se vive en la provincia, la ausencia de vigilancia y prevención por parte de la policía local, está calando con profundidad en el consciente colectivo. A diario se registran situaciones previsibles que sin embargo, desembocan en hechos de sangre que bien pudieran ser evitados.
Los accidentes de tránsito que provocan muertes innecesarias, tienen a Santiago del Estero como a una de las provincias que registra el más alto índice de mortalidad en ese rubro. La falta de controles en la vía urbana, la zona de semaforizacion y las desembocaduras del transito en las peatonales son una calamidad advertida de desde esta páginas en reiteradas oportunidades.
Se debe entender que el Parque Aguirre y la zona de la nueva costanera en su totalidad, no son áreas que solo sirven para el enriquecimiento de algún os funcionarios, se trata de un predio a donde concurren a diario miles de santiagueños que no cuentan con ningún tipo de protección por parte de las autoridades policiales, convirtiéndose esa zona en tierra de nadie, en donde se suceden los hechos de violencia mas insólitos, los que obviamente no cuentan con publicidad.
El lunes en horas de la tarde un periodista de Arena Política, salvó su vida milagrosamente, cuando a escasos dos metros de donde se encontraba, un automóvil que se conducía a toda velocidad, derrapó subiendo a la vereda, produciéndose así un hecho que pudo desembocar en un trágico final.
Una joven, al parecer en estado de excitación por productos farmacológicos, transitaba a toda velocidad por la avenida Chacho Lescano haciéndolo de norte a sur. Cuando llegó a la intersección de calle Alsina no pudo contralor el vehículo por lo que realizó un semi trompo subiéndose a la vereda que circunda el polideportivo deteniendo su parcha por el paro del motor y el reventón de la cubierta delantera izquierda. A escasos dos metros del lugar un periodista de este diario que segundos antes estaba detenido precisamente en ese lugar, salvo su vida de milagro, ante la actitud negligente de la joven conductora que fue increpada por los ocasionales deportistas que transitan el lugar.
Ni un solo policía por la zona, ni un solo trabajador municipal, ninguna autoridad que ponga límites a estos verdaderos atropellos a la seguridad pública.
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