domingo, 7 de marzo de 2010

Una frase para justificar los atropellos

Con la Chiqui Legrand. ¡Qué tiempos!
Pedro Villagra

En otros pagos es “roba pero hace”, en Santiago en los últimos tiempos es “roba, pero menos que Julio” la frase con que se justifica todo atropello que hayan cometido las actuales autoridades de la comuna. Los santiagueños procuran argumentar la vergüenza del hurto de dineros públicos con una justificación en el pasado.
Hubo, es cierto, un intendente, Julio Alegre al que podría ser que le prueben alguna de las acusaciones que se le hacen. Pero según los pasos que va dando la justicia hasta el momento, al parecer se apropiaba de los caudales públicos con la ayuda de nadie.
Ningún proveedor de la municipalidad le debe su moderna camioneta con tracción en las cuatro ruedas ni las mujeres baratas que consigue en los bares de la Roca, ningún empresario se volvió más rico con los contratos que consiguió en la comuna; los empleados municipales acusados de ser sus cómplices, han salido limpios de la causa porque no sabían qué estaban haciendo, pobrecitos; las inmaculadas autoridades del Tribunal de Cuentas de la MUnicipalidad pedían y pedían que les informaran de los expedientes, pero como nadie les daba bolilla, se quedaron tan panchas, esperando que alguna vez el Ejecutivo se decidiera a hacer públicos los números de los gastos; los funcionarios del gobierno de la provincia, se mostraron sumamente sorprendidos por lo que se fue sabiendo de Julio, mirá vos, y ellos tan ajenos a ese submundo de dinero sucio.
Julito venía a ser un Llanero Solitario del peculado en Santiago.
Ahora gastan fortunas en lo que dicen que será un “parque temático infantil”. Con ese nombre suponen que van a engañar a los santiagueños haciéndoles creer que será una sucursal de Disneylandia. Por estos días los camiones y las motoniveladoras van y vienen por lo que antes fuera Changolandia, intentando una  justificación para la millonada de pesos que se gastarán en hamacas y toboganes.
El parque Aguirre nunca ha estado más sucio que en los últimos tiempos, la nueva costanera –tal vez por tratarse de una obra de Alegre- ha sido abandonada por la municipalidad, las palmeras frente a las cuales se construiría un emprendimiento inmobiliario parecido a Miami (casas más, casas menos) están mustias o ya se secaron, la plaza “Añoranzas” -obra de Bonacina- ya no se la tiene en cuenta para casi ninguna actividad. También están abandonados el parque Sur, el Oeste y el Norte y así seguirán hasta que la comuna no les inyecte unos buenos pesos para -retorno mediante- volverlos “parques temáticos”.
Dicen quienes lo visitan, que a Julio Alegre no le importan demasiado las acusaciones que se le hacen. Espera tranquilo en Colonia Pinto los tiempos por venir. Mientras, va haciendo un lugar en la celda para sus futuros compinches, antiguos correligionarios, que un día de estos días le harán compañía por un largo período.

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