La noticia de que el gobernador Gerardo Zamora inaugurará una escuela por día, trajo al recuerdo de muchos santiagueños, los últimos tiempos de la campaña electoral de 1987.
En aquel tiempo, el gobernador Carlos Arturo Juárez, primero dijo que habilitaría una obra por día, luego dos y al final eran tres o cuatro los actos que se hacían en toda la provincia para tal fin.
Los memoriosos también recuerdan que los juegos infantiles de un barrio eran inaugurados a la mañana en un barrio y la noche en otro, que se inauguraron con bombos y platillos refacciones de escuelas, tales como la pintura de una pared o el revoque de un aula y que a todos los actos iba una muchedumbre de manifestantes alquilados, a los que se sumaban funcionarios de todas las categorías.
En aquellos tiempos también circuló un chiste, que es muy probable que se actualice en estos tiempos.
Se decía que por un bar del centro pasó un funcionario muy apurado. Los amigos lo invitaron:
-Vení, sentate un rato a tomar un café.
-No puedo.
-¿Por qué? ¿No te deja el doctor?
-No, porque todo lo que está quieto, Juárez lo inaugura.
Foto: Zamora inaugurando
una obra de agua.
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