El contraalmirante Raúl F. Viñas fue ascendido recientemente. A la ceremonia de su ascenso y entrega de sable asistieron su hijo y su hija: un sacerdote y una monja. Viñas iba a hacerse cargo de la dirección de la Escuela Naval.
Estando presente en el acto Cristina Kirchner, y observando la presencia de sus hijos, tomó nota de quién se trataba y ordenó un cambio de su destino “por fundamentalista” (es decir, por mostrar su catolicismo reflejado en sus hijos católicos de vida consagrada). Efectivamente se trata de un caso de discriminación que el Inadi jamás investigará porque se trata de “católicos”, y por tanto inmerecedores de trato digno.
Al parecer, el contraalmirante Viñas no es apto para ser director de la Escuela Naval Militar, pero sí para ser director de la Escuela de Guerra Naval, cargo que ocupaba durante el año 2009.
Por el modo en que se produjo el cambio de destino, el contraalmirante pidió su retiro, por haber sido desplazado de la propuesta de director de la escuela por la ministro de Defensa Nilda Garré, a causa de su “profunda e inconveniente formación católica”.
Antes de tomar la decisión final, consultaron a su jefe directo, el almirante Martínez, quien le bajó el pulgar casualmente por su condición de católico practicante y de ser “muy apegado al reglamento”.
Asimismo, según trascendió, en la quinta presidencial de Olivos, cuando la Presidente ingresa los Granaderos que custodian el predio, deben ocultarse, a fin de que Cristina Fernández de Kirchner no los vea, dada su repulsión y odio a los militares.
Foto: Raúl Viñas.
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